Así es… ELLA… la chica pasota, la chica
que nunca ha querido enamorarse… la chica que te hace tocar el cielo y al minuto
puede bajarte al infierno.
Mientras se empeña en apagarse a si
misma, yo intento hacerla brillar. Porque es magia, es deseo… y no es capaz de
ver que mucho antes de que me fijara en esa preciosa sonrisa, ya decía que era
la cosa más bonita de este mundo. Que en esos momentos en los que me enseñaba
lo preciosas que eran sus amigas a mi solo me daban ganas de cruzar la
pantalla, agarrarla por las mejillas y decirle que es ella quién capta mi
atención, que mis ojos solo están pendientes a ella.
Como hacerle ver que yo no soy la persona
que viene a su vida a hacerle daño, soy la persona que viene a repararlo. Soy
esa que quiere cuidarla, poner tiritas en cada una de sus heridas y hacerle
tocar el puto cielo.
Que puede darme mil “zascas”, pero
seguiré ahí… entendiendo que todo esto es nuevo para ella, como lo es para mi.
Ella…
con su coraza, con su campo de fuerza protector, con sus miedos ocultos…
ELLA, mi amor, mi chica perfectamente
imperfecta.
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