Por favor, cuídala y hazla sentir lo
mejor de este mundo. No te olvides de robarle un beso cuando menos lo espere y
decirle lo preciosa que se ve hasta cuando se enfada.
Entiéndela y entiende que tiene sus
límites y cuando te dice “no” es “no” y ya lo dejará pasar hasta que esté con
ganas de hablarlo. Que tiene su orgullo y que a veces tendrás que ceder tú,
pero créeme, merecerá la pena.
Llévala al McDonald y la harás la mujer
más feliz del mundo. Nada de sitios caros y de esos donde tienes que ir de
etiqueta. Ella prefiere sus vaqueros,
sus zapatillas y su chándal a tener que ir de traje y tacones siempre.

Déjala dormir, porque como buena marmota,
siempre tendrá sueño. Aprovecha esos
minutos para admirar lo preciosa que se ve con el pelo revuelto y esa
mirada de niña buena que te hace suspirar sin poder evitarlo.
Siempre se despierta un poco de malhumor,
sin ganas de estar feliz desde que abre los ojos y en off, pero como he dicho
otras veces, hasta así sigue siendo lo más bonito. Tendrás a tu lado a la mujer
más maravillosa de este mundo así que no la cagues, no la dejes ir.
Admira cada pequeño gesto que hace sin
darse cuenta, como cuando se muerde el labio mientras está concentrada o se
mueve el pelo de esa manera que corta la respiración.
Regálale pequeños detalles, de esos que
son tonterías pero que llenan el alma. Atrévete a regalarle una rosa (de
chocolate mejor). Dile cuál es su comida y número favorito sin que lo espere,
para que sienta que la escuchas y que te importa.
Te puede poner pequeños muros sin darse
cuenta cuando siente que algo se le está yendo de las manos, sobretodo cuando
se pone romántica y ñoña (cosa que dice que no suele gustarle, pero que en el
fondo le encanta). Te aseguro que cuando lo haga, caerás de rodillas a sus pies
y no querrás que quite ese modo jamás.
Te puedo seguir diciendo mil cosas más sobre ella, llenar mil hojas y aún así no ser suficiente.
Te puedo seguir diciendo mil cosas más sobre ella, llenar mil hojas y aún así no ser suficiente.
Y ahora mi conclusión final… ¿Puedo estar
escribiendo esta carta a mi misma? Algún día lo sabremos.
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